jueves, 29 de abril de 2010

¿Qué pensará Longueira?

El Sistema de Servicio Civil y Alta Dirección Pública (ADP) nació como resultado de la mayor crisis política registrada durante los gobiernos de la Concertación. Sumido en los escándalos provocados por los denominados casos de sobresueldos, coimas y MOP GATE (todos de distinta naturaleza y gravedad), el gobierno logró hacer de lo que parecía una crisis terminal (recordemos a Ascanio Cavallo) una oportunidad para modernizar el Estado.

La oportunidad no habría cristalizado de ninguna manera sin el compromiso político del Senador Longueira. Probablemente visualizando un espacio para mostrar a la derecha como alternativa efectiva de gobierno, capaz de administrar los asuntos importantes del Estado y no sólo de hacer oposición, Longueira escogió llegar a un acuerdo que no sólo viabilizó la reforma sino además rescató al gobierno de las profundidades en que se encontraba.

La coalición de Longueira está hoy en el gobierno. En un mes y medio han deslegitimado el sistema que promovieron y ayudaron a crear. Pese a hacer campaña bajo el slogan de "gobernar con los mejores" y respetar la función pública, en pocas semanas han pedido la renuncia, con total independencia de cualquier evaluación técnica, a un número significativo de directivos elegidos según ADP. Lo han hecho pese a que esas designaciones se produjeron siendo la actual Directora de Presupuestos y la principal asesora del Presidente miembros del Consejo de la ADP. Aún más, la principal asesora del Presidente se mantiene hasta hoy en el Consejo - con renuncia pendiente para hacerse efectiva - demostrando que la independencia de éste no es algo en lo que crean.

El gobierno de quienes se mostraban indignados con los "operadores políticos", no titubea en desvalorizar una de las principales modernizaciones que el Estado de Chile tuvo en 50 años, para poder instalar a sus "operadores políticos".

¿Qué pensará Longueira de ésto?


miércoles, 21 de abril de 2010

Alta Dirección Pública y Publicidad Engañosa

Sebastián Piñera hizo campaña argumentando que el suyo sería "el gobierno de los mejores", que contaba con la mejor gente y que conduciría los asuntos públicos de mucho mejor manera que una Concertación que denunciaba como agotada.

Dicha promesa ha chocado, primero, con una enorme dificultad para encontrar las personas necesarias para cumplir funciones públicas. Da la impresión que los salarios públicos, hasta ahora considerados excesivos, no eran consistentes con la vocación de servicio público de la derecha. Luego, la excelencia ha chocado con una primera línea de autoridades, incluyendo al Presidente de la República, que brillan por la presencia de conflictos de interés entre sus actividades privadas y su actual condición de servidores públicos.

Lamentablemente, la guinda de la torta parece dada ahora por la anemia en que parece encontrarse el sistema de Alta Dirección Pública. Creado durante la administración Lagos a través de un acuerdo con la oposición, el sistema tiene como responsabilidad nombrar a la mayoría de los funcionarios públicos responsables de conducir servicios y departamentos de gran relevancia para la administración del Estado.

Pues bien, el Consejo a cargo de la Alta Dirección Pública hoy se encuentra acéfalo. Su presidenta renunció en marzo. Otra consejera renunció para asumir como Directora de Presupuestos. Una tercera consejera alterna sus funciones en el Consejo con la jefatura de la oficina de asesores del Presidente (una rara manera de garantizar la independencia en el ejercicio de sus funciones) y un cuarto consejero está pronto a vencer su período sin que se cuente con reemplazante hasta la fecha.

Convengámoslo. La oferta de mérito y excelencia en la Administración Pública tiene cada vez más aroma a publicidad engañosa.


Responsabilidad Penal de las Empresas

Ignacio Castillo explica muy bien el sentido de establecer la responsabilidad penal de las empresas, así como las limitaciones de esta figura en la forma en que ha sido recientemente introducida en nuestra legislación.

lunes, 5 de abril de 2010

El Sentido de lo Público

Mi gran amigo el abogado y comunicador dominicano, José Carlos Nazario, recuerda en este artículo de El País el valor del denominado "consenso social demócrata" y el sentido de lo público. Aún cuando Judt pueda equivocar algunos derroteros, siempre he creído que el testimonio del hombre que se aproxima a la muerte debe ser escuchado. Esta no es la excepción.