La oportunidad no habría cristalizado de ninguna manera sin el compromiso político del Senador Longueira. Probablemente visualizando un espacio para mostrar a la derecha como alternativa efectiva de gobierno, capaz de administrar los asuntos importantes del Estado y no sólo de hacer oposición, Longueira escogió llegar a un acuerdo que no sólo viabilizó la reforma sino además rescató al gobierno de las profundidades en que se encontraba.
La coalición de Longueira está hoy en el gobierno. En un mes y medio han deslegitimado el sistema que promovieron y ayudaron a crear. Pese a hacer campaña bajo el slogan de "gobernar con los mejores" y respetar la función pública, en pocas semanas han pedido la renuncia, con total independencia de cualquier evaluación técnica, a un número significativo de directivos elegidos según ADP. Lo han hecho pese a que esas designaciones se produjeron siendo la actual Directora de Presupuestos y la principal asesora del Presidente miembros del Consejo de la ADP. Aún más, la principal asesora del Presidente se mantiene hasta hoy en el Consejo - con renuncia pendiente para hacerse efectiva - demostrando que la independencia de éste no es algo en lo que crean.
El gobierno de quienes se mostraban indignados con los "operadores políticos", no titubea en desvalorizar una de las principales modernizaciones que el Estado de Chile tuvo en 50 años, para poder instalar a sus "operadores políticos".
¿Qué pensará Longueira de ésto?