viernes, 29 de enero de 2010

Revista Capital - Especial Elecciones 2010 "Piñera en la Encrucijada"

El manejo de las expectativas: La lección de Brunelleschi

Artículo correspondiente al 29 de enero de 2010 (http://www.capital.cl/reportajes-y-entrevistas/corre-piñera-corre-12.html)

Las presiones y tensiones del primer año de mandato serán significativas

Se afirma que fue el pintor florentino Filippo Brunelleschi quien, en las primeras décadas del siglo XV, incorporó la perspectiva en la pintura. Todos sentían la carencia, nadie había sido capaz de definirla. Con esta invención clave, el espectador adquiere una mirada privilegiada que recoge en su complejidad y verdadera dimensión la escena que contempla.

Perspectiva es, precisamente, la virtud que con más fuerza requerirá Sebastián Piñera.

En primer lugar, perspectiva para comprender que esto no es sobre el “año uno”, sino que más bien sobre el “año cuatro”. Las presiones y tensiones del primer año de mandato serán significativas. En esos momentos, la tentación recurrente consistirá en evitar conflictos, esquivar las decisiones difíciles y procurar mantener altos niveles de aprobación.

Sería un error.

La experiencia indica que es el inicio del mandato el momento para asumir las decisiones más difíciles, cuando se cuenta con más aprobación y los ciudadanos comprenden que sus autoridades viven un proceso de aprendizaje. El capital político hay que utilizarlo con inteligencia en el momento en que se dispone de él. Luego se diluye. Esa convicción es la que llevó a Aylwin a aceptar el consejo de su ministro Foxley e impulsar al inicio de su mandato una reforma tributaria que obviamente sería muy resistida. Aceptó arriesgar su capital político y logró el financiamiento que luego sería indispensable para la estrategia de crecimiento con equidad que cambiaría la cara de Chile.

La perspectiva exige identificar con claridad los ámbitos en los que se juega el éxito del mandato. Pero también demanda la serenidad y el coraje necesarios para resistir los cantos de sirena que, con el argumento de proteger el capital político, no hacen más que privar de él en el largo plazo.

Piñera también requerirá perspectiva para construir una relación constructiva con la oposición. La Concertación y sus aliados fueron derrotados, pero aún así representan prácticamente a la mitad de la población y controlan la mitad del Congreso. No hay éxito para el gobierno si sus relaciones con la futura oposición quedan marcadas por el sino del enfrentamiento. Desafortunadamente, no será fácil evitar este riesgo después de que Andrés Allamand invirtiera tanto tiempo y energía en desandar el camino de la democracia de los acuerdos para instalar la lógica de la oposición del desalojo. Siembra vientos…

Tampoco ayudará el embarcarse en niñerías como el intento fallido por sumar a los radicales en la mesa de la Cámara de Diputados. Cuando la Concertación pactó con la UDI en 1990 para definir las mesas de la Cámara y el Senado, lo hizo con el partido más duro de la oposición y aquel que contaba con el liderazgo más pragmático. Pactó porque entendió que sin acuerdos estructurantes como aquel no habría ni gobernabilidad ni cumplimiento del programa.

Es obvio que el episodio con los radicales se ubica en una sintonía muy distinta.

Perspectiva requerirá finalmente el nuevo presidente para resolver, alguna vez, la cuestionada relación que ha construído entre política y negocios. Con franqueza, en cualquier democracia desarrollada habría sido un escándalo un episodio como el de las alzas en el valor de las acciones su propiedad ocurrido inmediatamente después de ser electo.

Desconozco la solución que encontrará el presidente electo para resolver esta situación, pero no es necesario conocer los secretos del Tarot para anticipar que estamos frente al talón de Aquiles presidencial, y que salvo que Piñera entienda la sensibilidad del tema y actúe en consecuencia, nos encontraremos más temprano que tarde debatiendo sobre lo mismo.

Si Piñera me preguntara le sugeriría aprender de Brunelleschi.

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